En la primera sesión vamos a conocernos. Yo recabaré información de tu caso y veré así si te puedo ayudar y tú podrás descubrir si realmente soy la psicóloga que quieres que te acompañe en tu proceso. También será el momento de despejar todas tus dudas y de poder explicarte con detalle cómo trabajo y que técnicas suelo utilizar, aunque ya te adelanto que esto depende mucho de cada caso, porque el secreto está en adaptarse a las peculiaridades de cada uno. Al acabar, te irás con alguna tarea para la siguiente cita y ya con alguna herramienta para que puedas utilizarla en tu día a día. 

Las sesiones son de 55 minutos aproximadamente. Pero ya estoy yo al tanto de eso, tú sólo tienes que concentrarte en tu proceso que de todo lo demás me encargo yo.

Te voy a hacer bastantes preguntas sobre el tema por el cual vienes a consulta, cómo se manifiesta, cuándo empezó, que estrategias has intentado ya y con qué resultado y cosas de este estilo. Pero seguramente, también te preguntaré por tu estilo de vida, tus relaciones sociales, familiares, laborales y si lo veo necesario, por tu pasado y también, por cómo ves tu futuro. Por cierto, no es obligatorio responder. La confianza se va construyendo poco a poco así que siéntete libre de darme la información con la que te sientas a gusto

El éxito de la terapia depende de muchos factores, pero sobre todo de dos principales: el compromiso de la persona que consulta con su propio proceso y la relación que se establezca entre el profesional y el usuario. Es muy importante que lo que se haya aprendido en sesión se aplique en la vida diaria, es la forma de que la teoría se interiorice y se lleve a la práctica. También es importante darle tiempo a la terapia. Ya sabes Roma no se hizo en un día. Y para acabar, decirte que si no te cae bien tu psicóloga es probable que no vaya a funcionar. Si se tienen en cuenta todos estos puntos, la terapia tiene muchos puntos para ser un éxito. De hecho ya ha funcionado con cientos de miles de personas y hay sólidos estudios científicos que la avalan, así que ¿por qué no iba a funcionar contigo?

Hay variedad de opciones, y puedo adaptarme a la que más a gusto te sientas; por ejemplo, google Meet, Zoom, Skype, Teams,  videollamada de Whatsap, etc.